Tejiendo tu destinoAyer estabas sola, envuelta entre las nubes,
no deseabas saltar la cuerda de los vivos.
No inspiraba la vida ni dolores ni fríos,
ni gozosos momentos o alegrías de fiesta.
Ayer tú te vestías de negros horizontes
y la araña del techo tejía tu destino.
Como ella quería, tejía tu destino y no te lo escribía.
Hilo a hilo, sus patas, abstracciones hacían
y jugaban sarcásticas con tu vida sin vida.
Paredes de tu cuarto están cubriendo muertes.
Hiladas generosas de plata filigrana
han cruzado los techos y los pisos de cedro
y te enredas en ellos caminando tu ida.
¿Qué te dijo el reloj de tus horas marchitas?
No te puede sacar la risa de una niña,
apenas la sonrisa ajada y con espinas.
Yacaré de mañana silenciosa y vacía,
ha tenido que hallar en tu cueva de isla,
una presa engendrada en crímenes de soles
y una rota presencia secreta y misteriosa.
Ayer era otro tiempo, ayer era otra savia.
Las manos de las horas han curado tu herida
y tú te has transformado en tu araña vigía,
estás tejiendo tela de nuevas creaciones
brillantes como gotas en horas de rocío.
Copyright © Beatriz Ojeda
Derechos reservados.

2 comentarios:
Ayer era otro tiempo, Ya vendra un tiempo mejor. Lindo poema. Saludos y cuidate.
Gracias Beatriz, me ví intelectual y afectivamente obligado a poner tu link en mi blog, las disculpas del caso.
Publicar un comentario